Por su trabajo en Tokyo Fixed, Max Lewis tuvo la oportunidad de viajar a Japón para conocer más de cerca las instalaciones de Nitto, el fabricante de los más refinados manubrios y tee's de ruta y pista nipones.
Nitto fue fundada en 1923 por la abuela del clan Yoshikawa, en una época en que surgía el Keirin como creciente disciplina deportiva. Desde entonces la marca se transformó en símbolo de calidad por la terminación de sus productos. Los procesos de manufactura no han cambiado mucho con el paso del tiempo. Aún se trabaja con una planta no muy grande de operarios en donde cada uno desarrolla una función específica. Sin duda sus tees de pista deben ser el sueño húmedo de miles de ciclistas alrededor del mundo, las que han resistido el paso de la modernidad y todavía mantienen el tradicional sistema de apernado a la pipa.
La visita de Lewis a Nitto no sólo fue protocolar. La idea era planificar alguna colaboración junto a Tokyo Fixed de una edición especial de manubrio y tee. De una conversación con el presidente de la compañía surge la idea de revivir un diseño de pista que Nitto fabricó inalterable en el tiempo hasta la década de los '70, además de un manubrio bullhorn reducido en longitud para mayor comodidad en la calle. Finalmente un bonito resultado salió de todo esto.
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