Foto: UPI/Terra
Valparaíso. Cerros. Bicicletas, suspensiones, escaleras,
15 mil personas viendo a los mejores pilotos de DH del mundo y un trazado infernal a través de las calles y pasadizos del
Cerro Cárcel del puerto. ¿Qué tan difícil es que el cálculo falle y uno de los corredores termine estampado en el piso y con su cabeza hecha trizas dentro del casco? El nivel que tienen los corredores en el
Valparaíso Cerro Abajo es lo que marca la diferencia entre
el suicidio y una carrera limpia, sin contratiempos y con un último salto celebrado por todos antes de caer en la
Plaza Aníbal Pinto. Todo esto hace del
VCA uno de los escenarios
Downhill más adrenalínicos que existen. La edición de este año no fue la excepción.