Foto:PPVaz
Ok. Puede sonar una locura la sola idea de desplazarse en bicicleta por Santiago. El tráfico, las micros y los conductores indudablemente nos hacen la tarea difícil. De hecho, gran parte de la gente que no se moviliza en bici lo hace por temor a ser atropellado o sufrir un accidente en la calle. Ante esto, debemos perder dichas aprehensiones si queremos hacer valer nuestro derecho a ocupar la ciudad.
Debemos partir de la premisa de que las calles no son vías de desplazamiento de uso exclusivo de los autos. La normativa vigente actualmente en nuestro país, la Ley de Tránsito, contempla a la bicicleta como un medio de transporte más, lo que nos otorga deberes pero también nos garantiza el derecho a nuestro libre desplazamiento por la ciudad.
La bici es el medio más rápido en Santiago. La última Medición de Eficiencia de Medios de Transporte en Santiago de Chile, realizada en marzo último por Arriba ‘e la Chancha y MFC, dejó en claro que la mejor forma de desplazarse en horarios punta por Santiago es la bicicleta. No es de extrañar que se pueda superar a la atestada red de transporte público, pero sorprende que incluso sea más eficiente que las escurridizas motocicletas que surcan por entre los tacos.
Ok. Puede sonar una locura la sola idea de desplazarse en bicicleta por Santiago. El tráfico, las micros y los conductores indudablemente nos hacen la tarea difícil. De hecho, gran parte de la gente que no se moviliza en bici lo hace por temor a ser atropellado o sufrir un accidente en la calle. Ante esto, debemos perder dichas aprehensiones si queremos hacer valer nuestro derecho a ocupar la ciudad.
Debemos partir de la premisa de que las calles no son vías de desplazamiento de uso exclusivo de los autos. La normativa vigente actualmente en nuestro país, la Ley de Tránsito, contempla a la bicicleta como un medio de transporte más, lo que nos otorga deberes pero también nos garantiza el derecho a nuestro libre desplazamiento por la ciudad.
La bici es el medio más rápido en Santiago. La última Medición de Eficiencia de Medios de Transporte en Santiago de Chile, realizada en marzo último por Arriba ‘e la Chancha y MFC, dejó en claro que la mejor forma de desplazarse en horarios punta por Santiago es la bicicleta. No es de extrañar que se pueda superar a la atestada red de transporte público, pero sorprende que incluso sea más eficiente que las escurridizas motocicletas que surcan por entre los tacos.
A esta comprobación indesmentible, debemos agregar una serie de beneficios extras que tienen un impacto inmediato en nuestra vida cotidiana:
-Permite que realicemos una actividad física de forma constante. Nos mantiene en buena forma sin tener que invertir tiempo extra para hacerlo
-Reduce considerablemente nuestros gastos en locomoción. Un estudiante promedio gasta $7.280 al mes como mínimo (sólo tomando en cuenta un pasaje de ida y otro de vuelta cada día en Transantiago), mientras que el resto de la gente puede llegar a desembolsar $16.000 al mes. A la vez también evitamos pagar bencina, permisos de circulación, patentes y revisiones técnicas.
-La bici no contamina. Podemos reducir drásticamente las cuotas de emisiones de CO2 que generamos en la ciudad. Los altos índices de contaminación, sumado a la crítica ventilación en el valle central hace necesario que se realicen acciones directas no en el mediano plazo, sino que ahora.
-Nos entrega independencia. Evitamos los problemas del Transantiago (colapsos, tardanzas, frecuencias, alzas). También nos olvidamos de las alzas de los combustibles; tenemos la comodidad de un vehículo propio (como el auto) y podemos controlar nuestros tiempos de desplazamiento, que no se ven afectados por otros factores (tacos, desvíos, restricción vehicular, etc.)
-Permite que realicemos una actividad física de forma constante. Nos mantiene en buena forma sin tener que invertir tiempo extra para hacerlo
-Reduce considerablemente nuestros gastos en locomoción. Un estudiante promedio gasta $7.280 al mes como mínimo (sólo tomando en cuenta un pasaje de ida y otro de vuelta cada día en Transantiago), mientras que el resto de la gente puede llegar a desembolsar $16.000 al mes. A la vez también evitamos pagar bencina, permisos de circulación, patentes y revisiones técnicas.
-La bici no contamina. Podemos reducir drásticamente las cuotas de emisiones de CO2 que generamos en la ciudad. Los altos índices de contaminación, sumado a la crítica ventilación en el valle central hace necesario que se realicen acciones directas no en el mediano plazo, sino que ahora.
-Nos entrega independencia. Evitamos los problemas del Transantiago (colapsos, tardanzas, frecuencias, alzas). También nos olvidamos de las alzas de los combustibles; tenemos la comodidad de un vehículo propio (como el auto) y podemos controlar nuestros tiempos de desplazamiento, que no se ven afectados por otros factores (tacos, desvíos, restricción vehicular, etc.)
Foto:PPVaz
-Es uno de los vehículos más baratos de obtener y mantener. Puedes conseguir una bicicleta a muy bajo precio y a la vez sus repuestos y mantención son de bajo costo.
Estas son sólo algunas de las razones más poderosas para decidir subirse a la bicicleta. Quizás podríamos agregar una que con el tiempo los nuevos ciclistas descubren: gracias a la bici puedes conocer toda una subcultura urbana en crecimiento en Santiago, en la que además encontrarás a mucha gente buena onda y con grandes ideas e iniciativas.
-Es uno de los vehículos más baratos de obtener y mantener. Puedes conseguir una bicicleta a muy bajo precio y a la vez sus repuestos y mantención son de bajo costo.
Estas son sólo algunas de las razones más poderosas para decidir subirse a la bicicleta. Quizás podríamos agregar una que con el tiempo los nuevos ciclistas descubren: gracias a la bici puedes conocer toda una subcultura urbana en crecimiento en Santiago, en la que además encontrarás a mucha gente buena onda y con grandes ideas e iniciativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario